En España, para que un coche pueda circular de manera legal, ha de estar dado de alta, tiene que estar al día con el pago de impuestos, ha tenido que superar la ITV, y tiene que tener un seguro de circulación, aunque sea el mínimo. Si el automóvil no cumple alguno de estos requisitos, no podrá circular, y nos quedan las siguientes opciones: darlo de baja, o bien, poner al día lo que sea necesario. En caso de que decidamos poner al día nuestro vehículo, ya podremos volver a circular sin ningún problema, en caso de que optemos por darlo de baja, tenemos la opción de darlo de baja de manera temporal o de manera definitiva.
Ahora que ya tenemos claro los requisitos que tenemos que cumplir para poder circular de manera legal con nuestro vehículo, se nos presenta la duda de que si queremos darlo de baja, qué baja solicitar, la temporal o la definitiva.
La baja temporal de un vehículo se solicita cuando un vehículo va a estar sin circular por un periodo de tiempo, pero se tiene la intención de volver a darlo de alta, mientras el automóvil esté de baja temporal, no podrá circular de manera legal, ya que el conductor no está obligado a que el vehículo cumpla los requisitos de uno que sí circula.
La baja definitiva de un vehículo se solicita cuando éste no va a volver a circular, ya sea por decisión propia o porque ha sufrido un accidente. En caso de que solicitemos este tipo de baja, el vehículo ha de ser achatarrado y descontaminado en un desguace o en un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), de esta manera, el conductor recibe un Certificado de Destrucción y un informe de baja oficial emitido por la DGT.
Ya sabemos los tipos de bajas que hay y para qué están orientadas, pero ¿qué es un coche zombie? y ¿por qué son un problema para la DGT? Pues bien, un coche zombie, es todo aquel vehículo que ha sido dado de baja de manera temporal, pero sigue circulando. Esto supone un gran problema para la DGT puesto que al no estar dado de alta, se les pierde el rastro y no cumplen con los requisitos necesarios para la circulación.
La DGT, para hacer frente a este problema, ha puesto en marcha una campaña para dar con estos coches, poniéndose en contacto con los propietarios de estos vehículos para preguntarles en que estado se encuentra el automóvil e informarles de cuál es el proceso de descontaminación establecido por la UE.