En épocas de crisis, muchos ciberdelincuentes tratan de aprovecharse para difundir y viralizar una gran variedad de bulos y fraudes con el objetivo e desinformar, engañar o infectarnos para sacar algún provecho. Para defendernos en esta selva de datos e información, te facilitamos una serie de buenas prácticas con las que combatir a los ciberdelincuentes y poner freno a sus estafas.
Vivimos en un momento donde con un solo clic podemos tener acceso a toda la información que queramos.
La falta de rigor que se emplea a la hora de compartir y publicar artículos, noticias y comentarios en la red, sumado al hecho de que los ciberdelincuentes siempre están al acecho de nuevas formas con las que engañarnos, convierten este escenario en un «cultivo» para los fraudes.
¿Qué podemos hacer para detectarlos y prevenirlos?
Desde INCIBE, a través de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), queremos compartir una serie de buenas prácticas que podemos seguir para no caer en la trampa y cortar con los bulos. Son muy sencillas y solo requieren de algo de sentido común:
- Buscar la fuente y contrastar. Una noticia real siempre va a estar debidamente redactada: se identificará su autor y tendrá fuentes en las que apoyarse para sustentar la idea. Si recibimos una noticia sin fuente o una poco fiable, desconfía. ¡Sin fuente, no compartas!
Una buena práctica es comprobar la noticia a través de un buscador, como Google y contrastar con otras fuentes. - Revisar la URL. A veces este tipo de bulos o fraudes nos llegan a través de un enlace a una supuesta web fiable o comparten enlaces en su contenido. Es fundamental que revisemos que la URL sea la del servicio legítimo para detectar posibles desviaciones en el nombre, como “Facebok” o “Goggle”. Recuerda revisar también el certificado de seguridad y que empiece por “https”.
- Mirar más allá del titular. Los titulares sensacionalistas o demasiado llamativos (también conocidos como clickbait) son un detalle que nos servirá para desenmascarar este tipo de contenidos falsos, faltos de rigor o fraudes.
- Comprobar el formato. ¿Está bien redactado? ¿Las imágenes están bien colocadas o las fechas son de actualidad? Si estos detalles te hacen desconfiar, lo más probable es que se trate de una noticia falsa.
- Aplicar el sentido común. Lo más importante de todo es aplicar el sentido común, ser neutro y no dejarse llevar por la temática ni por el contexto. Si después de aplicar las medidas anteriores, seguimos sin estar seguros, lo mejor es confiar en nuestro instinto y pararnos a reflexionar. ¿Es demasiado bueno para ser cierto o busca crear discordia?
Existen varias webs que se dedican a desmentir este tipo de bulos y que podemos utilizar para contrastar la información: